Un reporte con datos de la Secretaría de Salud revela que, durante 2024, se registraron al menos 30 nacimientos en México con madres extremadamente jóvenes, algunas de apenas 10 años, en su mayoría con padres considerablemente mayores.
La lista es encabezada por el municipio de Texcoco, Estado de México, donde una menor de 10 años dio a luz a un hijo cuyo padre tiene 32 años, marcando una diferencia de edad de 22 años. Le siguen municipios como Ocosingo, Chiapas y Acapulco de Juárez, Guerrero, con casos similares de madres de 10 años y padres mayores de edad.
Uno de los casos más alarmantes ocurrió en Matehuala, San Luis Potosí, donde una niña de 11 años fue madre de un hijo cuyo padre tenía 47 años, reflejando una diferencia de edad de 36 años. También destaca el caso de El Oro, Estado de México, donde una madre de 12 años tuvo un hijo con un hombre de 65 años, la mayor brecha registrada, con 53 años de diferencia.
Las entidades con más casos en la lista son Puebla, Chiapas, Veracruz y Guerrero, muchas veces con contextos de vulnerabilidad social y falta de acceso a educación sexual y protección infantil.
Estos datos han despertado preocupación entre organizaciones civiles y especialistas, al tratarse en muchos casos de posibles delitos de abuso sexual infantil. La diferencia de edad entre madres y padres, junto con la corta edad de las niñas, revela un patrón que pone en entredicho los mecanismos de protección a menores en diversas regiones del país.
El informe subraya la urgente necesidad de políticas públicas más efectivas para prevenir el embarazo infantil y garantizar justicia para las víctimas, así como reforzar la educación sexual y reproductiva desde edades tempranas.